palacio de la Quimica posterior Orphea Film, Barcelona

EL PALACIO DE LA QUÍMICA

El Palacio de la Química fue un edificio construido con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Fue diseñado por el arquitecto Antoni Sardà i Moltó y se situó en la plaza de la Química, junto al paseo de los Montañeses y la plaza de Sant Jordi.

El edificio tenía una forma rectangular y estaba construido con piedra y ladrillo. Tenía una gran cúpula central y cuatro torres en las esquinas.

El edificio estaba destinado a mostrar material deportivo, pero los organizadores de la exposición cambiaron de opinión en el último momento y lo dedicaron a la industria química. El palacio tenía una forma rectangular y estaba construido con piedra y ladrillo. Tenía una gran cúpula central y cuatro torres en las esquinas.

La exposición tenía previsto presentar material deportivo en el edificio, pero hubo un cambio de planes y se optó por la industria química.

Tenía una superficie de 4.500 metros cuadrados y su fachada principal estaba dividida en tres secciones. La parte central tenía una entrada principal con una columnata y una cúpula nervada sobre un tambor decagonal. En el vestíbulo delante de la puerta había un jarrón monumental con la inscripción de una importante casa farmacéutica barcelonesa.

En el interior del palacio, las empresas de España ocupaban la sala central donde exponían sus productos químicos. También había empresas de Italia, Francia y Suiza, que exponían toda la gama de productos farmacéuticos conocidos hasta aquel momento. El palacio fue una de las atracciones más importantes de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.

La Sección española de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 fue una esperanza para la industria nacional. En 1927, las importaciones recibidas representaron una salida de 230 millones de pesetas, lo que significaba que España era un gran consumidor de materias primas. La presentación de los productos españoles en la exposición tenía como objetivo aumentar las exportaciones y producir materias primas para satisfacer las necesidades del consumo interior y la exportación.

Italia estuvo representada en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 por la Fabrica Reunnita Agricultori Italiani, el Instituto Sieroterápico Milanese, el Instituto Médico Farmacéutico de Roma y el Instituto Nacional Médico Farmacéutico. Estas instituciones estaban dedicadas a la investigación y producción de productos químicos, farmacéuticos y médicos.

Francia, en el ala izquierda, exhibía productos de las Industrias Químicas “Primeras materias, Pinturas y Pieles, Productos farmacéuticos y Papeles”, instalados en Vernon, París, Sainte Claire, Huningue y Mulhouse. Estos productos incluían productos químicos, pinturas, cueros, productos farmacéuticos y papel.

Tras la exposición, el edificio quedó sin una dedicación concreta y se barajó la posibilidad de derribarlo y construir algo nuevo en su lugar. Sin embargo, el gobierno municipal decidió alquilarlo a la editora Orphea Film, de París, que instaló un estudio de cine en los locales del abandonado edificio.

ESTUDIOS ORPHEA

Los precursores de los Estudios Cinematográficos Orphea, Francisco Elías (onubense) y Camille Lemoine, llegaron a Barcelona desde París con unos aparatos más evolucionados para filmar películas sonoras. Gracias a estos avances tecnológicos, los Estudios Orphea pudieron producir películas a menor coste y con mayor calidad que sus competidores.

Los estudios estaban divididos en dos escenarios, el A, de 1.775 metros cuadrados y el B de 1.770 metros cuadrados. El resto del espacio estaba ocupado por oficinas y servicios. En total contaba con 4.085 m2 contando las oficinas y servicios de los estudios.

LOS PRIMEROS ESTUDIOS QUE GRABARON PELÍCULAS SONORAS EN ESPAÑA

Fueron los primeros estudios de cine sonoro de España. En abril de 1932 comenzó la instalación de los aparatos acústicos. En mayo, Josep M. Guillén-García inició el rodaje de “Pax”, escrita y dirigida por Francisco Elías. Esta fue la primera película sonora española.

Los estudios estaban junto al Pueblo Español

El primer personaje que asistió a la inauguración fue Francesc Macià, presidente de la Generalitat de Catalunya. Macià apoyó la ubicación de los estudios en el antiguo Palacio de la Química porque creía que era una oportunidad para desarrollar la industria cinematográfica en Cataluña.

La primera película rodada en los Estudios Orphea fue «Pax», una fábula pacifista dirigida por Francisco Elías y fotografiada por Gaspari Porchet. La película fue criticada por la figura del General Primo de Rivera, que había sido dictador de España desde 1923 hasta 1930. La versión de «Pax» rodada en los Estudios Orphea fue realizada exclusivamente en francés.

El 23 de diciembre de 1932, el Ayuntamiento de Barcelona en sesión plenaria, autorizó la firma de un nuevo acuerdo que había sido aprobado según el cual quedaba renovado el contrato de arrendamiento de las instalaciones por cinco años, a razón de 20.000 pesetas cada uno.

El acuerdo fue un gran éxito para los Estudios Orphea porque les garantizaba una estabilidad financiera y les permitía seguir creciendo. El acuerdo también fue un éxito para la ciudad de Barcelona porque la convertía en un centro importante de producción cinematográfica.

En sus instalaciones se rodaron la totalidad de las películas sonoras españolas del año 1932 y casi todas las rodadas en 1933. Esto fue un hecho muy positivo para los Estudios Orphea, como para la ciudad. Barcelona volvía a ser la capital cinematográfica de España.

Los Estudios Orphea continuaron siendo un éxito hasta el estallido de la Guerra Civil Española en 1936. Durante la guerra, los estudios fueron utilizados para rodar películas propagandísticas. Tras la guerra, los estudios fueron restaurados y continuaron produciendo películas hasta su cierre en 1962.

El 16 de junio de 1933, la Vanguardia en su página 12, comentaba que el director español Benito Perojo había terminado en ‘os estudios barceloneses de Orphea-Films, su película “Susana tiene un secreto”, primera película totalmente española filmada en dichos estudios. El jueves 26 de octubre de 1933, dicha película se estrenaba en el cine Urquinaona, con la participación de la protagonista Rosita Díaz y demás actrices y actores que intervinieron, bajo su dirección.

El 7 de febrero de 1936, en una de las salas laterales sufrió un primer incendio que provocó la destrucción de esa parte de los estudios y el derrumbe de la techumbre. Volvió a ser reconstruido funcionando a pleno rendimiento con unas instalaciones de primerísimo nivel.

EL INCENDIO QUE DIÓ MUCHO QUE HABLAR Y ACABÓ CON LOS ESTUDIOS

El 28 de abril de 1962, aproximadamente a las ocho y cuarto de la tarde, dos operarios, Jaime Sabaté y Jorge Gil Aguilera, dieron la voz de alarma del incendio que dejo totalmente destruido el antiguo Palacio de la Química. Hacía escasamente una semana que se había terminado el rodaje de la película “María de la O”, protagonizada por Pastora Imperio.

El edificio propiedad del ayuntamiento, estaba alquilado por la Sociedad Anónima Aragonés y Pujol. El 8 de mayo la Vanguardia, en su página 23, publicaba un artículo, sobre la necesidad de reconstruir nuevamente los estudios... cosa que nunca ocurrió. 

los estudios arrasados tras el incendio.

Los propietarios de los Estudios Orphea, destruidos por un devastador siniestro, han realizado gestiones cerca del Ayuntamiento, propietario del edificio del Parque de Montjuich en que dichos estudios se hallaban instalados, con vistas a la inmediata reconstrucción de los mismos. Los señores Aragonés y Pujol, en nombre de Orphea, ofrecen proceder a la reconstrucción con toda celeridad sí el Ayuntamiento les entrega, también sin retraso, el local siniestrado.

Los señores Aragonés y Pujol creen que la restauración de lo perdido seria cosa de meses, tenida cuenta la urgencia de que en Barcelona funcionen unos, estudios cinematográficos importantes.

Ahora bien; si el Ayuntamiento no procede en esta ocasión, bajo los imperativos que imponen los trámites burocráticos, con la requerida premura, tal vez habría que buscar otra solución que no fuese la de reconstruir los estudios en Montjuïch.

Hoy en el lugar donde se levantaba primero el Palacio de la Química y después los Estudios de cine Orphea, se encuentra un aparcamiento destinado a los autocares de los turistas que visitan el Pueblo Español.


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PALACIO DE LA QUIMICA – ESTUDIOS ORPHEA

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