La historia de la fábrica y la casa Elizalde comenzó con la llegada de Arturo Elizalde Rouvier a nuestra ciudad. Había nacido en 1873 en Matanzas (Cuba).
UN INDIANO LLEGA A BARCELONA
Era un ingeniero industrial indiano que se había casado en 1894 con Carmen Biada Navarro, bisnieta de Miguel Biada Buñol, constructor del primer ferrocarril de España entre las ciudades de Barcelona – Mataró, inaugurado en 1848. El matrimonio que había vivido una temporada en París, decidió fijar su residencia entre Paris y Barcelona.
UNA EMPRESA PARA FABRICAR COCHES
Elizalde llego a Barcelona con el propósito de montar una fábrica de coches en España. Busco la complicidad de su cuñado y la de otros dos socios con los que fundo una sociedad en la que invirtieron 150.000 pesetas cada uno de ellos, a la que denominaron “Sociedad Mercantil J. M. Vallet y Cia”.
Josep María Vallet i Arnau era el socio que aportaba también un taller de reparación con el personal y la maquinaria. Era propietario de un edificio del Paseo de San Juan 149.
El era quien daba el nombre a la sociedad. Arturo Elizalde, residente en París, era un importante colaborador y accionista de la fábrica de automóviles Delahaye, aportaba la Compañía constituida la representación de dicha firma.
La empresa comenzó a funcionar rápidamente. Los dos socios se encargaron de la producción y reparación de automóviles, mientras que los dos cuñados se ocuparon de la administración. La gestión fue muy buena, y pronto tuvieron que adquirir más espacio para ampliar el negocio.
El 5 de abril de 1909, Arturo Elizalde adquirió a Don Jaime Alegret la totalidad del terreno correspondiente a la manzana donde se ubicaba el taller. El terreno incluía las calles Córcega, Bailén, Rosellón y el Paseo San Juan.
El 18 de junio de 1910, Arturo Elizalde adquirió los derechos de J.M. Vallet. La sociedad pasó a denominarse «Biada, Elizalde y Cía».
EL PRIMER COCHE LLEGÓ A LAS CALLES EN 1914
Elizalde contó con la colaboración de una firma belga para el lanzamiento del primer modelo de automóvil, que se presentó en las calles de Barcelona el 16 de abril de 1914. El primer prototipo, denominado «Biada y Elizalde», se presentó en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona de 1913. Elizalde también presentó los amortiguadores de la marca Telesco, de los cuales era representante. La empresa continuó con la fabricación y reparación de automóviles de la marca «Delahaye», de la cual Elizalde era el representante.
El comienzo de la Primera Guerra Mundial supuso la invasión de Bélgica, un grave contratiempo para la empresa de automóviles Elizalde. Elizalde tenía que importar piezas de Bélgica para sus automóviles y la guerra hizo que esto fuera imposible. En respuesta, Elizalde decidió construir su propia forja en los terrenos que había adquirido en el Paseo de San Juan. Esta inversión fue significativa y motivó la retirada de Rafael Biada de la empresa.
FABRICA ESPAÑOLA DE AUTOMÓVILES ELIZALDE
El 21 de mayo de 1915, la empresa pasó a ser propiedad de Arturo Elizalde en su totalidad, y pasó a denominarse «Fábrica Española de Automóviles Elizalde».
Ese mismo año, Alfonso XIII probó personalmente un coche Elizalde desde Madrid a Navacerrada. Regresó al Club de Polo, donde felicitó efusivamente a los constructores y les animó a proseguir en la labor iniciada. Poco después, el Rey visitó la fábrica de Barcelona y adquirió un cabriolet Elizalde.
La adquisición de un automóvil Elizalde por parte del Rey fue un gran impulso para la empresa. Ayudó a elevar su perfil y a aumentar las ventas. La empresa continuó prosperando en los años siguientes, y se convirtió en uno de los principales fabricantes de automóviles de España.
1926 FABRICABAN MOTORES PARA LA AVIACIÓN
La calidad de los motores fabricados por la empresa de automóviles Elizalde llegó hasta el propio Ejército. En 1917, el Ministerio del Aire se puso en contacto con la empresa para entablar conversaciones sobre la posibilidad de empezar a fabricar motores de aviación. La empresa aceptó la propuesta, y en 1926 se entregó el primer pedido de motores de la serie «A-1» al Ejército del Aire.
Los motores fueron un éxito total, y la empresa decidió abandonar la fabricación de automóviles y dedicarse por completo a la fabricación de motores, tanto de aviones como de automóviles.
ELIZALDE S.A
El fallecimiento de Arturo Elizalde, el principal accionista, provocó que se constituyera una nueva sociedad. El 4 de junio de 1927, se fundó la nueva empresa «Elizalde S.A.», con Doña Carmen Biada Vda. de Elizalde como Presidenta del Consejo de Administración, Julio Rentería como Director General y Antonio Elizalde como Administrador General.
Durante la Guerra Civil la empresa de motores de aviación fue bombardeada por la aviación del bando sublevado. La fábrica contaba con un refugio anti-aéreo.
Doña Carmen Biada, descendiente de Miguel Biada, fue Presidenta de la Sociedad durante 25 años. Falleció el 11 de diciembre de 1949, y su hijo Antonio Elizalde asumió el cargo de Administrador General.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la llegada de nuevas empresas automovilísticas provocó que la empresa tuviera graves dificultades. En 1951, Elizalde S.A. firmó un convenio de venta con el Instituto Nacional de Industria (INI), y pasó a denominarse ENMASA (Empresa Nacional de Motores de Aviación S.A.).
El INI absorbió a Elizalde S.A. en 1951, y trasladó la fábrica a San Andrés. La empresa continuó produciendo motores de aviación, y también empezó a producir motores diésel para los vehículos 1500 y 1400 de SEAT y DKW.
En 1968, CISPALSA, la sociedad resultante de la fusión de ENMASA y IDASA, fue adquirida en su totalidad por el grupo Daimler-Benz, y pasó a denominarse Mercedes-Benz España S.A.
En 1960, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona se hizo cargo del solar de la antigua fábrica, y construyó bloques de pisos.
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