1901 SE FUNDA EL MONTEPÍO DE SANTA MADRONA
La Clínica Maternal de Santa Madrona tuvo sus inicios en 1901, cuando el sacerdote Cayetano Soler i Perejoan fundó el Montepío de Santa Madrona para dar asistencia sanitaria a las mujeres.
El montepío se abrió para erradicar la costumbre de que los partos tuvieran lugar en los domicilios particulares, los cuales, al carecer las mínimas condiciones de vigilancia médica e higiene estaban produciendo una gran mortalidad.
Con la puesta en marcha de la Clínica Maternal de Santa Madrona se pudo ofrecer a las parturientas sin recursos una atención sanitaria más adecuada y menos agresiva.
La falta de financiación del nuevo montepío lo llevó a solicitar en 1919 ayuda a la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros.
1828 SE INAUGURA LA CLINICA EN GRÀCIA
En 1920, Francisco Moragas Barret, fundador de la Caja de Pensiones, decidió integrar a la clínica de Santa Madrona a la Obra Social de La Caixa dentro del Instituto de la Mujer que Trabaja (agrupaba a varios centros asistenciales sostenidos por la Obra Social de la entidad:
La Clínica de Medicina de la calle Jesús y María
la Clínica de Cirugía de la calle Escorial
la Clínica de Maternidad
los dispensarios de la Vía Layetana
La nueva Clínica de Maternidad de Santa Madrona estaba en la calle Torrente de las Flores, 154 en el barrio de Gracia.
Fue inaugurada por el Instituto de la Mujer que Trabaja, el 4 de octubre de 1928.
Finalizada la guerra civil el montepío pasó a llamarse Instituto de Santa Madrona, continuando su labor hasta que cerró sus puertas en 1948.
1951 NUEVA CLINICA EN LA CALLE ARAGON
Ya en la dictadura y habiéndose quedado pequeña, se habilito una nueva clínica Maternal de Santa Madrona en un palacete novecentista (con un pequeño espacio ajardinado y delimitado por una verja) en la calle Aragón, 300 esquina con el pasaje Méndez Vigo en derecha del Ensanche.
Fue fue inaugurada el día 31 de octubre de 1951, coincidiendo con la celebración XXVII día Universal del Ahorro.
1983 SE CIERRA LA CLINICA
El 30 de septiembre de 1983, después de 32 años en servicio, La Caja decidió su cierre alegando que la Sanidad Pública había asumido las necesidades sociales en el ámbito materno-infantil.
El problema suscitado por el cierre estuvo presente durante bastante tiempo. El miércoles, 13 junio 1984, La Vanguardia publicaba en su página 21 un artículo en el que se comentaba: Que la clínica Dexeus podría asumir el material y servicios de la clínica de Santa Madrona si se ultimaban las negociaciones entre ambas partes.
El comité de empresa de La Caja de Pensiones estaba desacuerdo de instalar en la Clínica Dexeus el primer servicio en España de un tratamiento de Litiasis renal por ondas de choque, ya que veían una privatización del servicio.
La instalación en la clínica Dexeus del “lithotripter”, (aparato que permite la destrucción y eliminación de los cálculos renales sin intervención quirúrgica) supondría incumplir un acuerdo anterior y el cierre definitivo de la clínica de Santa Madrona.
Aunque el centro dejo de funcionar oficialmente el 30 de septiembre de 1983, se siguió empleando para instalar el nuevo instrumental de litiasis importado de Alemania por 200 millones de pesetas…sin haber sido explicado ni razonado por la dirección de La Caixa.
Pero los problemas no cesaron. Nuevamente La Vanguardia publicaba el miércoles 25 julio 1984, en su página 13 que la comisión gestora de la asociación de vecinos solicitaba utilizar los locales para poder realizar sus actividades en el período 1984- 1985, petición que fue denegada por La Caixa.
En 1992, después de derribar el palacete la empresa Carburos Metálicos, se construyó un nuevo edificio para acoger parte de sus servicios.
La comunidad de propietarios del pasaje solicito derruir el muro construido (de casi dos metros y medio de altura) que ocultaba el patio de la vista exterior y rompía la unidad arquitectónica. El Instituto Italiano solicito su derribo para adecuarla a las vallas de las otras fincas del mismo lado del pasaje.
Carburos Metálicos hizo caso omiso, por lo que fue denunciado llegando al TSJC (Tribunal Superior de Justícia de Catalunya) que el 30 de mayo del 2000, dictaba sentencia obligando a dejar el muro a la altura de los demás muros del pasaje… a lo que no cabía ningún recurso.
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