La primitiva sala cinematografía Smart, fue construida en el antiguo solar anteriormente ocupado por las cuadras y posteriormente por las cocheras de Can Tralles situados en la antigua calle Salmerón (actual Gran de Gracia) números 108-110 esquina con Ros de Olano.
Con la urbanización de la zona los terrenos fueron adquiridos por el empresario Francesc Sala uno de los principales empresarios de primeros del siglo XX, propietario de los cines Trilla, Mundial y Principal, que quiso ampliar su imperio cinematográfico.
El local fue construido con los elementos más innovadores conocidos hasta aquella fecha por lo que rápidamente se convirtió en el cine preferido por los gracienses aglutinando en sus butacas a los habitantes del barrio con un mayor nivel social. Disponía de un aforo de 870 localidades repartidas entre las salas de platea y anfiteatro.
1910 INAUGURACIÓN DEL CINE SMART
Fue inaugurado puertas el día 7 de mayo de 1910, sin ningún y su programación no figuraba en el anuncio de La Vanguardia, solo remarcaba que el local había sido construido para cine.
Fuer un tiempo en que los cines se encargaban más en anunciar la orquestina que acompañaba la proyección de las películas que la propia película en sí, ya que el sonoro no había llegado y los empresarios buscaban proyecciones con fotografías espectaculares.
Pero el Smart y su propietario supo dar la campanada y en 1929 cuando entre los cinéfilos corría la voz del nuevo descubrimiento del cine sonoro, el Smart dio una primicia que no habían presentado otros cines de la ciudad.
El jueves 4 de abril aparecía en la página 5 de la Vanguardia programando junto al cine Comedia que existía en el Paseo de Gracia 132 un cine que estuvo al final del Paseo de Gracia en el solar de la antigua Casa Fuster.
Anunciaba una programación la revista “Bombero a la Fuerza”, “Porque se hunde el marino” por NicK Stuart, Sally Phipps, y la graciosa pareja Sammy Cohén y Ted Me. Ñamara, y el acontecimiento de la proyección de la producción “El Cantor de JAZZ” por Al Jolson y May Me. Avoy.
Pero si esto era ya un triunfo de programación en el Cine SMART se proyectaría la película con el acompañamiento sincronizado de música y canto por el maravilloso aparato THE ORCHESTROLA, de la casa Riba.
Fue el primer paso de un principio de cine sonoro que llegaría el jueves 19 de septiembre 1929, con la inauguración oficial del cine sonoro, con “La Canción de Paris” con Maurice Chevalier, que marco definitivamente la explosión del séptimo arte.
El periodo de la guerra civil el cine después de ser colectivizado por la CNT/FAI realiza una programación de dos películas y aparece en las cartelas algo más destacado que muchos otros cines que en principio parecían más importantes.
El domingo 18 de octubre de 1936 proyecta “Tiempos Modernos” y “Melodiadel corazón” junto a los correspondientes dibujos.
Finalizada la guerra civil aparece programando sin ningún problema hasta el mes de septiembre en el que el Martes 12 de septiembre aparece como SMART. Revista Dibujos, «Limpia, fija y dá esplendor», por Anny Ondra, y «Morena clara», por Imperio Argentina.
Al día siguiente y por exigencias del gobierno de la dictadura de no permitir los nombres que no pertenezcan al idioma castellano el anuncio tiene la siguiente programación: PROYECCIONES (antes Smart). Continúa de 3’45 a 12 realizando la misma programación.
1947 CINE PROYECCIONES
En 1947 después de una reforma integral encargada al arquitecto y decorador José Plantada, especializado en el montaje de salas cinematográficas, abrió nuevamente sus puertas el lunes 6 de octubre de 1947 con la proyección de “Nació para rey” y “Perdición”.
En los últimos años de su existencia el cine fue adquirido por los hermanos Juan y Javier Gratacós, que por las circunstancias que en aquellos tiempos estaba atravesando la ciudad no lograron que el cine reflotase nuevamente con la entrada de clientes.
1970 CIERRE DEL CINE
Cerró sus puertas el domingo 12 de abril de 1970, con la proyección de las películas “Relaciones casi públicas” y “Tánger”. El martes 14 al mirar los lectores la cartelera de La Vanguardia se encontraron que el cine Proyecciones ya había desaparecido de ella.
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