Estaba ubicado en la Avenida del Marqués del Duero 180 (actual Paral-lel), esquina con el inicio de la calle Vilamari. Fue construido por Modesto Castañé Lloret.
Castañé contrató al arquitecto Germán Rodríguez Arias para diseñar el cine, y el resultado fue una obra maestra de la arquitectura modernista. El interior del cine estaba decorado con lujo y elegancia, y contaba con una pantalla de 30 metros de ancho y 12 metros de alto. De la carpintería se ocupó Juan Pons Vila.
Tenía un vestíbulo espacioso, con los correspondientes servicios en las dos plantas y una coqueta cafetería-bar, dirigida por el barman Juan Vidal. Los aparatos reproductores pertenecían a la prestigiosa firma Western Electric.
Tenía una capacidad de 1.600 espectadores, distribuidos en un patio de butacas y un anfiteatro. El escenario era grande y bien equipado, y podía albergar obras de teatro, actuaciones musicales y programas de variedades.
La inauguración del cine Avenida fue un gran evento, y contó con la proyección del noticiario Metrotone nº 10 y la producción Metro-Golwyn-Mayer “Hollywood Revue”. “Hollywood Revue” era una película de comedia musical dividida en tres partes, con una duración total de dos horas. Fue filmada en Tecnicolor, y presentaba a la mayoría de las estrellas pertenecientes a la MGM.
El domingo 21 de septiembre de 1930, el periódico La Vanguardia publicó un anuncio del acto de inauguración del cine Avenida, que se celebraría el martes 23 de septiembre. El acto contó con la asistencia de Sus Altezas Reales los Infantes don Carlos de Borbón y doña Luisa, acompañados por sus hijos. También asistieron el Gobernador Civil Ignacio María Despujol Sabater y otras autoridades barcelonesas.
Unos meses después de la inauguración, Modesto Castañé Lloret, el propietario del cine, instituyó “los días de moda”, que se celebraban todos los lunes. Esta iniciativa fue copiada por varias empresas de la época, con el fin de atraer al público los lunes, que era el día más flojo de asistencia de espectadores.
Los “días de moda” consistían en ofrecer una programación especial, con películas de estreno y actuaciones musicales de renombre. También se organizaban concursos de moda, con premios para los espectadores que asistían vestidos con las últimas tendencias.
La madrugada del lunes 2 de noviembre de 1931, sucedió un suceso en el interior del cine Avenida que conmocionó a toda la ciudad. El vigilante nocturno, Antonio Marín Miguel, recibió una llamada telefónica de un hombre que se hacía pasar por el hijo de Modesto Castañé, el propietario del cine. El hombre le dijo que en un rato pasaría un joven a buscar unos papeles que su padre se había dejado olvidados en el despacho.
A las tres de la madrugada, llegaron dos individuos al cine. Una vez dentro, amordazaron y apuntaron con sendas pistolas al vigilante nocturno. Le obligaron a revelar el lugar en donde se encontraba la recaudación del día.
El vigilante del cine había avisado al sereno y vigilante de la calle para que estuvieran atentos. Cuando vieron que algo sucedía, no dudaron en entrar al cine forzando la puerta. Sin embargo, dos sujetos que estaban esperando en la calle cubriendo la salida, les dispararon varios tiros. Uno de los tiros hirió mortalmente a Antonio Marín Miguel, que falleció a consecuencia de los hechos.
En su escenario actuaron durante los años treinta el trío argentino formado por Irusta, Furgazot y Demaret, que componían y cantaban tangos. El 2 de febrero de 1932 se presentó en su escenario la gran artista y bailarina Rosita Moreno, que congregó grandes colas para poder disfrutar de su actuación. Rosita Moreno era una actriz y bailarina española que alcanzó la fama en Hollywood en los años 30. Trabajó con artistas de la talla del fraile mexicano José Mojica y el actor estadounidense Cary Grant.
Germán Rodríguez, el arquitecto que diseñó el cine Avenida, también proyectó una terraza para poder realizar proyecciones de cine al aire libre en las noches de verano. La terraza fue inaugurada el jueves 9 de julio de 1932. En el anuncio que apareció en el periódico La Vanguardia, se anunciaba que las sesiones de las 4 de la tarde se realizarían en el interior del cine, y las sesiones de las 10 de la noche en la terraza. Las películas que se proyectarían en la primera sesión eran «Imitación a la vida», «La voz de la ultratumba» y «El sobre lacrado».
El periódico La Vanguardia publicó el siguiente aviso: «A partir de hoy, jueves, queda suspendida la «Sesión continua» para dar lugar a las proyecciones del programa, de la noche, en la Terraza del Cine.»
Con motivo del estado de guerra a partir de julio de 1936, el cine Avenida fue confiscado por el Sindicato de la CNT, que durante el tiempo de la guerra se cuidó de la dirección y programación, de los espectáculos de la ciudad.
El cine Avenida abrió sus puertas el domingo 16 de agosto de 1936, con la proyección de las siguientes películas: «Pistas secretas», «Cómica», «Gracia y simpatía», «Dibujos» y el combate de Schmeling Joe Luis, que había sido la sensación del año.
El 22 de mayo de 1937, en plena guerra civil española, se estrenó con carácter privado la película «Barrios Bajos». La película fue dedicada a la prensa y a los artistas y personal que habían intervenido en su filmación.
«Barrios Bajos» fue el primer largometraje producido por el Sindicato de la Industria del Espectáculo (SIE Films). Fue rodada en los estudios Orphea, y dirigida por Pedro Puche. La película fue proyectada en los cines Coliseum, Femina y Ferrer i Guardia el lunes 24 de mayo.
La película trata sobre la vida de los barrios bajos de Barcelona durante la guerra civil. La historia gira en torno a un grupo de personas que luchan por sobrevivir en las duras condiciones de la guerra.
El cine Avenida reabrió sus puertas el domingo 5 de febrero de 1939, tras la finalización de la guerra civil española. Las primeras películas proyectadas fueron «Roberta» con Fred Astaire y Ginger Rogers, y «Princesita» con Gloria Stuart y John Beal.
El lunes 19 de junio, se reanudaron las sesiones nocturnas en la terraza de verano, con la proyección de «El bailarín pirata» y «Shangai».
En 1957, el cine fue adquirido por Enrique Marcé Planas, que lo convirtió en cine de reestreno. El cine aguantó el declive de la asistencia de espectadores hasta el 27 de junio de 1971, fecha en la que cerró sus puertas con la proyección de «Trasplante a la italiana» y «Un golpe de mil millones».
El edificio del cine Avenida fue demolido en 1986.
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