el café Torino de Barcelona

La historia del café Torino empieza a primeros del siglo XX con la llegada de Flaminio Mezzalama representante de la firma turinesa Martini & Rossi en Barcelona.

Venía para introducir el nuevo aperitivo italiano que tanto éxito tenía en toda Italia. Hablamos del vermut.

EL PETIT TORINO (1901-1902)

Para desarrollar la introducción del aperitivo, Flaminio abrió el Petit Torino en la calle Escudillers 8. El aperitivo calo rápidamente en el gusto de los barceloneses que abarrotaban el local a las horas del aperitivo.

Mezzalama, viendo la acogida del producto, tomó rápidamente la decisión de buscar un local mucho más céntrico para poder atraer a la aristocracia de la ciudad.

EL TORINO (1902-1911)

Encontró un local en el Paseo de Gracia número 18, esquina con la calle Cortes (actual Gran Vía) y para reformarlo, busco lo mejores artistas que por aquel entonces reinaban en la ciudad y la colaboración de algunos artistas italianos.

PARA LA DECORACIÓN SE CONTÓ CON LOS  MEJORES

El Torino del Paseo de Gracia

Fue diseñado por los mejores arquitectos del modernismo catalán y decorado por los artistas del momento: Antoni Gaudí y Josep Puig i Cadafalch, diseñaron el interior. Pere Falqués proyectó la marquesina exterior de hierro forjado, hecha en casa Ballarin.

La iluminación y la decoración interior corrió a cargo de:

  • apliques con cristales de colores de Borralba.
  • Los elementos decorativos de obra corrieron a cargo de Ermenegild Miralles.
  • Las esculturas de Massana y Buzzi.
  • Los tapices que adornaban el interior fueron pintados por Urgell y Sabater
  • las pinturas al fresco por Saumell y Garci.
  • El mobiliario, por la empresa vienesa de Michael Thonet, constructores de las famosas sillas del mismo nombre que posteriormente han sido estandarte en muchos locales gastronómicos.

El grupo escultórico de la puerta lo formaba una mujer con una copa en la mano sobre la que un niño vertía vino. Para terminar el mosaico del mostrador, había sido encargado, expresamente en Venecia y había sido transportado cuidadosamente hasta la ciudad condal. El encargado de coordinar la obra fue el decorador Ricard de Capmany.

PREMIADO POR SU ESPECTACULAR AMBIENTACION

Tal fue la belleza del Torino que el 29 de septiembre de 1903, La Vanguardia  informaba de los premios concedidos a los mejores comercios de la ciudad:

Primer Premio: el Torino.

Segundo Premio: la  Perfumería Ideal.

salón árabe de Gaudí

El Torino cerró sus puertas en febrero del 1911 y con él nació un mito.

Los periódicos publicaron el cierre del Torino para dar paso a la joyería Rabat, propiedad de una familia ubicada en Badalona que había adquirido el local para instalar su negocio después de unas obras de adaptación.

Ambas partes hicieron un comunicado porque pese a realizar las obras de conversión en joyería, afirmaban que su objetivo era mantener los vidrios y la madera antigua que adornaba el establecimiento y que tenían previsto destinar una zona del propio local a bar para los clientes. El primer Torino de la calle Escudillers fue convertido en el restaurante Grill Room.

Flaminio Mezzalama, regreso a Turín, donde falleció al poco tiempo.


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EL PRIMER VERMUT QUE LLEGÓ BARCELONA

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