plaza cataluña

1860 plano para urbanizar la zona

El dos de enero de 1887, La Vanguardia, haciéndose eco del interés provocado por las obras de urbanización de la futura plaza realizó un estudio con 12 artículos, publicados por uno de sus redactores especializado en el proyecto. Comienza entonces una rueda de pleitos para expropiar los terrenos a sus propietarios. En 1892, finalizados todos los recursos se dio la orden de expropiación de las construcciones que se habían construido durante aquellos años. En 1895, se terminaron de derribar las últimas instalaciones para poder empezar la urbanización.

Ese mismo año, el alcalde Francesc de Paula Rius i Badía decreta y ordena una campaña de limpieza y derribo de todas las barracas, carpas y terrazas que aún quedaban en pie. Durante, seis largos años la plaza queda sin urbanizar. El espacio es un barrizal impracticable en invierno y una incómoda nube de polvo en verano.

CONCURSO DE PROYECTOS

El ayuntamiento, convocó un concurso llegando solo tres proyectos a la final, los cuales fueron expuestos a la opinión pública. El 23 de septiembre de 1893, el ayuntamiento adjudicó la obra al arquitecto municipal Pere Flaques. Los diarios de la época. Entre ellos La Vanguardia en su edición del viernes, 25 junio 1897, página 4, los edito para que pudieran ser analizados por sus lectores.

Finalmente, en 1902, el arquitecto municipal Pere Falquès i Urpí, ajardino la plaza trazando dos grandes vías de veinte metros que unían la Rambla de Cataluña con el Portal del Ángel, y el Paseo de Gracia con las Ramblas; el resto estaba ocupado con parterres con magnolias, plátanos y flores diversas, con el resto era un espacio de tierra perfectamente allanado.

La opinión pública muy acostumbrada a poner motes a las cosas la rebautizo como la plaza de las escobas, un aspecto que mantendría hasta entrado el año 1915, en la que se volvió a pensar en realizar una nueva urbanización de la plaza.

1910 Arco de las Fiestas

mejorar la urbanización de la plaza, en junio el ayuntamiento se puso en contacto con el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, para que realizase un estudio para mejorarla. El arquitecto haciéndose eco de la opinión pública, prepara un estudio estructurado en tres volúmenes: Comentarios, Comparaciones y Proyectos.

Una vez conseguida la construcción, la principal reivindicación era la de dar a la plaza una relevancia, acorde con su importancia dentro de la ciudad. Se pensaba que erigiendo un edificio oficial que fuera el eje político como en otros países se conseguiría, pensó incluso en construir un ayuntamiento que aglutinara los servicios de la ciudad.

UN RASCACIELOS QUE NO FUE

En 1918, Ramón Selles Miró y un grupo de inversores catalanes promovió un proyecto arquitectónico, en lo que se conocía “el triángulo de la discordia”, el triángulo formado por Plaza de Cataluña, Pelayo y Vergara, que pudo marcar todavía más el conocimiento de la plaza en todo el mundo.

Selles, encargó a los arquitectos estadounidenses, John Mead Howells y James Gamble Rogers, el estudio para la construcción de un rascacielos (el más alto de Europa en aquel tiempo) en el lugar. El edificio que proyectaron era una torre de 30 plantas y 130 metros de altura, que debía albergar: un hotel, oficinas, galerías comerciales y en el subsuelo, colocar la estación de ferrocarril de Sarria, que entonces era de superficie en la calle Pelayo. Sin embargo el proyecto no contó con el beneplácito de los propietarios que estaban ya instalados, la falta de apoyo por parte de la administración municipal, dejo el proyecto suspendido.

Ese mismo año, el ayuntamiento solicito a Puig i Cadafalch, la presentación de un estudio de reurbanización, para modernizar la plaza, el proyecto quedo rápidamente debido al coste del mismo.

En 1923 con motivo de haber sido la ciudad, nominada para la celebración en 1929, de la Exposición Universal, El ayuntamiento no solo volvió a retomar el proyecto, sino que se intento organizar para ofrecer una visión distinta de la ciudad. El Ayuntamiento pensó nuevamente en Puig i Cadafalch, para el proyecto, haciéndolo oficial el encargo , en marzo de 1924, el arquitecto, por temor a una posible intromisión del proyecto, hizo entrega solo las dos terceras partes del proyecto.

proyecto Cadafalch

La dictadura de Primo de Rivera y la falta de sintonía entre el dictador y el arquitecto, hizo que este quede apartado del proyecto de una manera radical. La decisión de la forma de reurbanización, fue muy complicada por la nefasta actuación de los dirigentes de aquella época.

En la reunión celebrada en el Salón de Ciento, el 24 de marzo de 1927, solo se aprobaron varios proyectos de alcantarillado y obras de urbanización, en la que se desestima de forma oficial el proyecto de Puig y Cadafalch y se aceptaba el presentado por la Escuela de Arquitectura, con la oposición de los Sres. Damians y Casáis Torres.

1924 TRANSFORMACION DEFINITIVA DE LA PLAZA

1912 tras su primera inauguración

La Exposición requería un transporte rápido que pudiera llevar desde el centro de la ciudad a la Plaza España, sin los problemas de transito que se preveían con el tranvía.

Se diseñaron las dos primeras líneas de metro de la ciudad. El “El Gran Metro” (actual L3 Verde), que se inauguró el día 30 de diciembre de 1924, con un recorrido desde Plaza Cataluña hasta Plaza Lesseps, cuya estación subterránea (Ramblas Pelayo) discurría desde Canaletas al centro de la plaza y la línea del “Metro Transversal”, (Hoy Línea 1 Roja), con la estación en el lado montaña que se inauguró en 1926 y que iba de Cataluña hasta la Bordeta.

Se construyeron entradas en Paseo de Gracia y Rambla Cataluña.

1932 construyendo el metro

Esto motivo la reurbanización de la zona montaña ya que las estaciones estaban en el subsuelo. El 25 de noviembre de 1922, La Vanguardia publicaba un artículo en el que comentaba la reunión de la junta de gobierno aprobando las obras. El 28 de noviembre de 1925, este mismo diario ofrecía a sus lectores una página completa de las mejoras resultantes de las obras para el ciudadano.

La inauguración de la plaza fue realizada el 2 de noviembre de 1927, por S. M. Alfonso XIII con el boato que en aquellos tiempos se daban a dichos acontecimientos.

COBERTURA DEL FERROCARRIL DE SARRIÀ

1919

En 1929 se completó la cobertura del Ferrocarril de Sarriá desde Cataluña hasta Muntaner, lo que provoco que la estación de Plaza Cataluña se ubicase por debajo de la desaparecida Avenida de la Luz.

1933 LAS ESTACIONES DE «LA TRANSVERSAL».

En 1933 el subsuelo de la plaza sufrió una nueva restructuración, se puso en marcha una nueva estación de Renfe entre las dos vías del Metro Transversal, para unir las estaciones de Arco del Triunfo con Sants.

La consolidación de la Plaza como eje central de la ciudad, hizo desde un principio que las autoridades municipales tuvieran que acometer continuos cambios conforme iban cambiando las necesidades de la plaza, tanto en su estructura, como en la circulatoria de personas y transporte.

PUNTO CALIENTE DURANTE LA GUERRA CIVIL

La guerra civil, también fue protagonista de episodios de enfrentamientos graves. El edificio de la Telefónica, (especialmente en los primeros momentos) fue una pieza codiciada de ambos bandos ya que a través de él se controlaban las comunicaciones con el exterior y tuvo que soportar tiroteos para poder lograr su control entre los dos bandos beligerantes.

Hotel Colón, sede del PSUC

Después de estabilizado el golpe de estado, hasta la finalización de la contienda, fue un lugar de exaltación de las autoridades republicanas. El Gran Hotel Colon, fue confiscado por el PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) “Partit Socialista Unificat de Catalunya”, como su sede central, que había sido fundado en 1936, por Joan Comorera y Rafael Vidiella.

19 de Marzo 1937. Monumento al soldado del pueblo

El día 14 de marzo de 1937 en el centro de la plaza Cataluña se inauguró un monumento dedicado al Soldado del Pueblo con lo que se quiso homenajear a los soldados incorporados el ejército popular de la república, que luchaba contra el levantamiento del general Franco. En su ejecución participaron una infinidad de artistas. La figura de doce metros de altura fue modelada por el escultor Miguel Paredes, que recibió la colaboración de otros artistas: Adolf Armengol, Marcelino Puerta, José Alumà y el escenógrafo participado también el escenógrafo Joaquim Bartolí. La escultura que representaba la figura de un miliciano de pie en posición de descanso, que sostenía un fusil con bayoneta entre las manos.

El acto de inauguración fue presidido por Lluís Companys, que dirigió unas palabras a la multitud congregada en la plaza. El Hotel Colon que ya había sido requisado con los balcones engalanados con pancartas del PSUC, la UGT y las imágenes de los líderes soviéticos Lenin y Stalin.

Finalizada la guerra después de la entrada de las tropas nacionales por la Diagonal, la plaza fue protagonista de exaltación de los vencedores. Tras el 26 de enero de 1939, llego a pensarse en cambiar el nombre a la plaza por el de “Plaza del Ejército Español”, idea que fue desestimada por el general Juan Yagüe Blanco, que había entrado al frente del ejército.


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LA PRIMERA REFORMA DE LA PLAZA CATALUÑA

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