La actual Iglesia de Belén, situada en la esquina que forman las Ramblas y la calle del Carmen, pese a su aspecto antiguo, no fue la primera iglesia que con esta invocación estuvo construida en ese lugar de las Ramblas.
LOS JESUITAS LA CONSTRUYEN EN 1553
La primitiva iglesia conjuntamente con el convento del mismo nombre fue construida en 1553 por expreso deseo del fundador de los Jesuitas San Ignacio de Loyola.
En 1671, un incendio, destruyo completamente el conjunto del edificio y tuvieron que pasar nueve años para que se tomara la decisión de realizar su reconstrucción.
RECONSTRUIDA TRAS UN INCENDIO
La iglesia fue reconstruida nuevamente entre 1680 y 1729, eran tiempos en que después del derribo de parte de la segunda Muralla, para la construcción de la tercera, el lugar estaba, preparando su urbanización para el diseño de Las Ramblas.
El nuevo templo fue construido, bajo la supervisión del jesuita padre Tort, por el arquitecto Josep Juli, en estilo barroco en su parte exterior. La iglesia paralela a la Rambla, se construyó en de una sola nave.
La fachada principal, se construyó en la calle del Carmen y es visible desde la Rambla, ya que la calle, en el lado montaña, tiene una parte saliente que se adentra unos cuantos metros en la Rambla.
La decoración interior sufrió un importante retraso a consecuencia de los duros enfrentamientos que los jesuitas mantenían con las autoridades gubernamentales y que concluyo con la expulsión de España en 1767. Lo que retraso los trabajos de decoración interior hasta el año 1855.
La puerta de entrada, se encuentra adornada con dos columnas salomónicas en las que se encuentran las esculturas de San Ignacio de Loyola (fundador de los jesuitas) y San Francisco de Borja, uno de los primeros pioneros de la orden, las cuales fueron obra del escultor Andreu Sala.
Sobre la puerta el escultor Francesc Santacruz, realizo una representación del nacimiento de Jesús, obra alusiva a la dedicación de la iglesia. En la esquina del tramo de la calle del Carmen con la calle Xuclá, hay una hornacina con la figura de San Francisco Javier, obra de Andreu Sala.
La fachada lateral, de la Rambla, tiene un encojinado que se extiende también a la parte baja de la fachada principal, tiene dos puertas. La primera y la original, está coronada por el Niño Jesús, de Francesc Santacruz. En 1906 se realizó la segunda (copia de la primera), bajo la dirección de Enric Sagnier, decorada con una imagen de San Juan Bautista niño, costeada por la Familia Barba.
INCENDIADA AL EMPEZAR LA GUERRA CIVIL
En 1936, con motivo del golpe de estado del general Franco, las milicias anticlericales de la republica, que estaban en contra del alzamiento, en represalia, se dedicaron a visitar las iglesias con más valor artístico para quemarlas, sin percatarse, del grave deterior artístico que con ello sufría la ciudad, perdiendo en casi todas parte de su memoria histórica.
La iglesia de Belén (una de las más suntuosas de la ciudad), fue incendiada y destrozada. Las policromías, tallas, estucados italianos y los mármoles, que adornaban el interior de la iglesia, sufrieron un deterioro irreparable, dejándola completamente desecha. En las dos fotografías, se puede apreciar el antes y el después.
Finalizada la guerra, la iglesia fue rehabilitada interiormente en su totalidad, pero jamás alcanzo a recuperar el esplendor anterior. Desde 1952 la iglesia alberga una imagen de la Virgen de los Desamparados, obra de Mariano Benlliure.
La Iglesia de Belén, es una demostración de cómo no se deben defender las propias ideas. Con la sinrazón y con la destrucción, solo se consiguen pérdidas que después resultan casi siempre irreparables.