La historia del Hotel Barcelona, aunque no tan conocida, es un fascinante relato de transformación urbana y evolución social. Estuvo en la calle Caspe 1-3 de Barcelona.
EL ANTIGUO CINE-TEATRO NOVEDADES
Tras el bombardeo de 1938, durante la Guerra Civil Española, el antiguo cine-teatro Novedades quedó en ruinas. En el subsuelo de la finca se hizo un aparcamiento subterráneo de pago, el primero que se vio en Barcelona y en parte de la superficie se levantó el nuevo Cine-Teatro Novedades, diseñado por el arquitecto Miquel Ponsetí i Vives, conocido también por su trabajo en los Laboratorios Grifols.
En 1953, Elvira Cifuentes, viuda de Marsans, subarrendó parte del terreno del antiguo Teatro Novedades.
Este movimiento estratégico permitió la construcción de un nuevo local por parte de la empresa Teatro Novedades S.A., mientras que el resto del terreno se destinó a un uso más moderno y práctico: un aparcamiento subterráneo y, sobre él, un hotel.
Eran tiempos en que Barcelona estaba necesitada de hoteles en el centro de la ciudad y aunque en principio se había pensado en la construcción de un edificio de viviendas, a final el arquitecto Francesc Mitjans i Miró diseñó el Hotel Barcelona. Para los que lo desconozcan, en la actualidad ha tomado algo de relieve con motivo de la transformación y reconstrucción del primitivo estadio del Camp Nou.
La evolución arquitectónica de Barcelona ha sido un tema de debate y polémica, especialmente cuando se trata de la integración de edificios modernos en entornos históricos. La cercana Casa Rocamora, diseñada por los hermanos Bassegoda entre 1914 y 1917, es un ejemplo de arquitectura neogótica que contrasta con las tendencias contemporáneas hacia el minimalismo y el uso extensivo de cristal en las fachadas.
Este cambio refleja una transición de la ornamentación detallada y las balconadas características de la arquitectura de principios del siglo XX hacia un diseño más funcional y homogéneo. Aunque algunos consideran que estas construcciones modernas carecen del encanto y la individualidad de los edificios antiguos, otros argumentan que representan una evolución necesaria para adaptarse a las necesidades urbanas y estilos de vida actuales. La controversia subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre preservar el patrimonio arquitectónico y abrazar la innovación para el futuro de la ciudad.
UN HOTEL DE PEQUEÑAS DIMENSIONES
El desafío de transformar estructuras preexistentes en edificaciones modernas y funcionales es una tarea compleja que requiere una visión innovadora y una planificación meticulosa. En el caso del Hotel Barcelona, la limitación espacial impuesta por el estrecho solar resultante de la construcción de un teatro anterior, presentó una oportunidad única para el diseño arquitectónico.
La solución encontrada fue una fachada distintiva con ventanas geométricas y bandas horizontales y verticales que añadían un elemento visual rompedor al paisaje urbano, evocando la imagen de un tablero de damas. Esta elección estética no solo maximizó la luz natural y las vistas en un espacio confinado, sino que también creó una identidad visual fuerte para el hotel.
Pero las cosas son como terminan y nunca como empiezan, el Hotel Barcelona que en un principio estaba pensado que dada su situación a escasos metro de la plaça Catalunya sería construir un edificio de oficinas ya que su solar estrecho propiciaba un edificio de oficinas de lujo.
La falta de espacio les obligo a sus propietarios a obtener una calificación de tan solo cuatro estrellas, no poder disponer de los salones y estancias propias de los hoteles que aspiraban a tener el calificativo de lujo. La zona baja que en otros hoteles se dedicaba a grandes salones espectaculares para grandes eventos en el hotel Barcelona la habían dedicado a proyectar varias tiendas que decoraban sus escaparates, para conquistar a los espectadores del Cine-Teatro Novedades o del Teatro – Cine Tivoli.
2017 DERRIBO DEL HOTEL
El hotel cerró sus puertas y el edificio permaneció sin actividad por mucho tiempo, hasta que con la venta del edificio en la segunda década de este siglo significo un nuevo derribo en 2017.
2021 HOTEL DE LA CADENA MELIÀ
Posteriormente en su lugar se construyó un nuevo hotel de gran lujo de la cadena Meliá la serie de hoteles ME Barcelona que con una distribución moderna que fue inaugurado el 25 de noviembre del 2021.
Para su construcción debieron converger varios factores al ser el primer hotel de cinco estrellas que abría sus puertas en Barcelona desde 2008 y después habérsele permitido su construcción con una altura de catorce pisos que han dado a sus propietarios una construcción de 164 habitaciones que están repartidas entre habitaciones y suites de unos 25 metros cuadrados.
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