SE CONSTRUYÓ EN 1895
El Hotel Ambos Mundos se construyó en 1895 en el solar que ocupa la manzana triangular existente entre la Ronda de San Pedro y las Calles Bailen y Ali Bey. Su arquitecto y propietario Rafael Puig i Puig, lo construyó en un estilo neogótico. Su aspecto en aquel tiempo, era de una monumentalidad que le hacía destacar sobre el incipiente estilo modernista que empezaba imperar en aquella época. En las nuevas construcciones.
INAUGURADO EN 1896
Se inauguró el 16 de agosto de 1896 y era el único hotel de la ciudad con fachadas en la totalidad de su superficie. La luminosidad del edificio, el estar cerca de la estación del Norte, el espléndido aspecto tanto exterior, así como su confortable interior, le hicieron ser uno de los hoteles más ofrecidos por los promotores turísticos de la época.
Fue el primer hotel de la ciudad, que ofrecía a sus clientes un traslado rápido y sin molestias, ya que tenía una flota de magníficos omnibuses que se situaban a la salida de las estaciones del ferrocarril para la recogida de sus clientes, lo que facilitaba el rápido traslado de estos. Este servicio le supuso una publicidad extra entre sus futuros clientes.
Al principio el hotel tuvo algunos problemas económicos ya que el viernes 20 de octubre de 1899, fue uno de los establecimientos que habían recibida la papeleta de apremio de segundo grado, por el retraso en el pago de sus obligaciones tributarias, recibiendo la visita de los agentes de la recaudación, para proceder el embargo, estos se presentaron en los locales como auténticos matones y sin papeles acreditativos de su .condición de agentes.
La Vanguardia del día siguiente en su página 9, denunciaba la actuación de los representantes gubernativos por su actuación, fuera de lugar. Suerte a la actuación de los letrados de la “Liga de Defensa Industrial y Comercial” que asistieron a varios comerciantes, llamando incluso a la policía municipal, para que redactaran la oportuna denuncia criminal contra los que se apropiaban de objetos y dinero.
Entre los que recibieron la visita se encontraba el Hotel de Ambos, la suntuosa joyería de la señora viuda de Cabot e hijos, El Espejo Catalán» situado en la Rambla de las Flores y el establecimiento de Francisco Crexells. A los joyeros Masriera, se les embargó la cuenta corriente que tenían con el Crédito Mercantil.
Sin embargo el caso más espectacular se produjo en el Hotel Ambos Mundos, según relataba el artículo de La Vanguardia: Tres individuos llegaron allí a la sazón de hallarse ausente el dueño del establecimiento, por cuyo motivo les indicaron que le aguardasen si tenían necesidad de hablar con él. Lo esperaron en el recibidor del restaurant cerca de tres cuartos de hora, hasta que un viajero se presentó pidiendo la cuenta, que ascendía a 350 pesetas y que pagó a la dueña del hotel.
…ver el dinero, apoderarse de él y darse a conocer los tres que esperaban como agentes ejecutivos, todo fue uno, sin que de nada valieran las protestas de la dueña, ni de los dependientes, ni las increpaciones del propietario que les halló que bajaban la escalera cuando él regresaba.
Los letrados de la Liga de Defensa Industrial y Comercial redactan la oportuna denuncia criminal contra los que se apropiaron de la referida cantidad.
El restaurante también era de primer orden, donde se servían banquetes a personajes reales y de la alta burguesía barcelonesa. Todo lo que el cliente o viajero pudiera desear, lo encontraba en sus dependencias. En 1900, cinco años después de su inauguración, su nuevo propietario Vicente Sauri, se trasladó a Paris para observar la innovación ofrecida por el Gran Restaurant Pallard de la capital francesa, y ser el primer establecimiento español de ofrecer los servicios de mesa Bí-Metal (que habían obtenido el Gran Premio de la Exposición).
Bi-Metal era un sistema que reemplaza el estaño por la plata y permitía servir en la mesa los platos con los mismos utensilios que se han guisado en la cocina. Además de varios sistemas de platos modernos, entre ellos los que se presentaron en el menú que se ofreció en el Parque las Tullerías a los alcaldes de Francia y otras autoridades.
En su cocina empezó como pinche Jean Pince Micas, que posteriormente abrió uno de los restaurantes más prestigiosos de la época en la calle Rauric esquina con Fernando, conocido como Casa Pince.
A partir de 11 de septiembre de 1916, el hotel contó con la compañía de un vecino ilustre, cuando el ayuntamiento escogió el espacio que había delante de la puerta del hotel, en el vértice de las calles Ali-Bey y Ronda San Pedro con la calle Gerona (lugar donde cayó herido Casanova en la batalla de 1714), para instalar la estatua de Rafael de Casanova, que había sido realizada por Rossend Nobas, sobre un pedestal diseñado por el arquitecto Alexandre Soler.
La estatua en bronce había sido trasladada desde el Salón de San Juan entre el Arco del Triunfo y la entrada al Parque de la Ciudadela, donde había sido colocada, junto a otras siete estatuas más que representaban a personajes ilustres de la historia de Cataluña: Guifré el Pilós, Roger de Lauria, Bernat Desclot, Ramón Berenguer I, Pere Albert, Antoni Viladomat y Jaume Fabre, con motivo de la Exposición Universal de 1888.
Como era normal en aquella época, el negocio sufrió la voracidad de los inversores, lo que provoco que pasara por varías manos, entre ellas las de Josep Gaspart i Bulbena, abuelo de Joan Gaspart expresidente del Futbol Club Barcelona que en 1930, creo la cadena de Hoteles HUSA.
REFORMA EN 1920
En 1920, tras una reforma en la parte superior elimino una parte del acabado superior , el hotel cambio de nombre y paso a denominarse Palace Hotel Restaurante, quedando clasificado como hotel de primera categoría, por debajo de los emblemáticos, Ritz, Colón y Majestic.
CERRÓ EN 1938
1938, el edificio cerró sus puertas como hotel y el edificio fue comprado por el gobierno, se derribó el edificio y en el solar se construyó un nuevo edificio, que se dedicaría a la Magistratura del trabajo con entrada por la Ronda de San Pedro 52, fue inaugurado el día 30 de julio de 1940. La ceremonia fue presidida por el director general de Jurisdicción’ del Trabajo.
En octubre del 2015, un nieto, comentaba sobre su abuelo José Blasco Vaquero, que había ejercido de chef durante varios años en el restaurante del hotel y que junto a otros chefs organizaron a principio del siglo XX La Sociedad Artística Culinaria.
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