El desaparecido convento e iglesia de San Cayetano de la orden Leatina fue fundado en Barcelona por el 21 de febrero de 1631, por el italiano Plácido Mirto Frangipani. 

El primer lugar en el que se instalaron los frailes fue delante del antiguo Seminario Tridentino, en la calle de Montalegre, auspiciado por Matías Vilar, conceller electo quien al morir dejó sus bienes a la congregación.

En 1653 los frailes se mudaron a un edificio frente a la casa del Marqués de Aytona, en la plaza Cucurulla, esquina con la calle Boters, residencia que utilizaron hasta finalizar la construcción del convento de la plaza de Santa Ana (hoy avenida del Portal del Àngel).

EL PRIMER CONVENTO SE INAUGURÓ EN 1666.

El primer edificio que se construyó fue el convento con el fin de poder trasladar a los frailes a su domicilio definitivo.

Fue inaugurado en 1666, una vez que los teatinos residieron en el convento, posteriormente se inició la construcción de la iglesia.

La fachada principal estaba frente a la calle Canuda y estaba presidida por una estatua de San Cayetano, de 2,12 de alto, colocada en una hornacina abierta sobre la puerta principal obra del escultor Miquel Sala de Cardona, a ambos lados de la hornacina se había construido dos ventanas circulares que iluminaban el interior de la iglesia. Remataba la fachada un frontón triangular.

La fachada lateral, mucho más austera que había sido la primitiva entrada del convento, daba a la antigua calle del Gobernador (actual Duran y Bas).

Por ella se accedía directamente al crucero de la iglesia. El interior era de estilo renacentista estaba formado por una sola nave de 26,60 metros de largo y 8,15 de ancho. El ábside lo formaban tres pequeñas capillas.

En la intersección de la nave central y el crucero, se había levantado una gran cúpula semiesférica con una linterna circular. El presbiterio y varias capillas que estaban cubiertos por lunetos (bóveda pequeña, construida en el interior de una bóveda o cúpula que suele servir para su iluminación).

El interior de la cúpula estaba decorado con frescos del pintor y grabador Manuel Tramulles, con un retablo en el que participó el artista de Vic Pedro Costa, que ocultaba el muro del ábside.

Las diferentes capillas que rodeaban el interior de la iglesia dedicadas a diferentes advocaciones se repartían de la siguiente manera: En el lado del Evangelio, contiguo al crucero, estaban las capillas de San Cayetano, la del Salvador (servía para la comunión de los fieles), la de San Julián, patrón de los tenderos de telas, que se cuidaban de su culto, la Virgen del Rosario, la Virgen del Pilar, al Santo Sepulcro y por último al Sagrado Corazón de Jesús. La de San Andrés Avelino, que era cuidada por la congregación del Santo, se realizaba los actos dedicados al santo y por último la del montepío de San Joaquín y Santa Ana.

El coro que se hallaba sobre la puerta principal, se llegaba por el triforium (pasillo lateral) que salía del crucero como un balcón que cruzaba sobre del altar de San Andrés Avelino.

El 7 de abril de 1748 la orden quería ampliar el convento y revisó el proyecto de ampliación. Se pretendía adquirir las casas de la calle Capellanes hasta la calle del Gobernador y la casa Freixes de la esquina de la plaza de Santa Ana. Se quería rectificar la línea de las dos calles y abrir otra calle por el extremo oriental del edificio para realizar un claustro detrás del templo y reorganizar el convento alrededor del mismo. En 1816 se habilito en la parte del convento una escuela para sordomudos que permaneció activa hasta el 1823.

En 1836, el gobierno decretando la orden de cerrar las iglesias al culto y la exclaustración de las órdenes religiosas. El edificio fue confiscado. La iglesia fue convertida en un edificio civil, se eliminó la hornacina de la fachada con la estatua de San Cayetano, se dividió el templo en dos pisos, se abrió un balcón en el lugar que ocupaba la hornacina y se eliminó el santo.

Para eliminar del interior su pasado religioso, las paredes fueron blanqueadas con cal eliminando así los frescos de la cúpula y las paredes. Los dos edificios fueron dedicados a albergar a diversas instituciones.

El convento quedo convertido en los juzgados municipales y la parte baja del templo fue utilizada como cuartelillo de bomberos la parte alta en escuelas municipales.

En 1837 el gobierno viendo la saturación de la Universidad de Cervera, decidió para aliviarla utilizando el antiguo convento como un anexo de la Universidad donde se impartían algunas materias secundarias. Posteriormente en 1843, hubo cambio de criterio convirtiéndose en escuela de sordomudos a la que incorporaron la escuela de ciegos que había sido fundada en 1820.

Durante la guerra civil el convento y la antigua iglesia fueron bombardeados, dejándolos en pésimas condiciones, que provocaron que en la primera mitad de la década de 1940, que se empezara su derribo.

En su lugar se construyó el Instituto Municipal de Estadística, un edificio de estilo neoclásico que seguía los gustos arquitectónicos de los primeros años del franquismo, fue inaugurado el 26 de enero de 1955, coincidiendo con el decimosexto aniversario de la liberación de Barcelona.

Posteriormente el terreno que había delante del edificio fue readaptado y convertido en la Plaza de Carles Pi i Sunyer (en honor del primer alcalde elegido por sufragio universal en 1934), fue inaugurada el 21 de julio de 1989.


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CONVENTO E IGLESIA DE SAN CAYETANO

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