La primitiva casa Vicenç, es una gran desconocida para muchos barceloneses, que la conocen después de haber sido reformada y convertida en museo el16 de noviembre del 2017. Fue una de las primeras obras realizadas por Antoní Gaudi, en un terreno propiedad de Manuel Vicenç i Montaner, corredor de Bolsa y Comercio, que había heredado de su madre Rosa Montaner Matas en 1878.
Era una casa de verano que poseía en la Villa de Gracia en la actual calle de las Carolinas 18-24, cuando se decidió junto con su esposa Dolors Giralt, edificar su residencia particular.
Gaudí presento el proyecto el 15 de enero de 1883, el cual fue aceptado por Manuel Vicenç, con la única condición de que se fuera construyendo según las posibilidades económicas del propietario. Gaudí que en aquellos momentos estaba realizando El Capricho de Comillas (Santander), la Cooperativa la Obrera Mataronesa y los pabellones de la finca Güell, situada en el barrio de Pedralbes, (actual Avenida de Pedralbes 7), acepto la condición, ya que le daba un tiempo para su finalización que tuvo lugar en 1888.
Gaudí, que desde su inicio se propuso seguir los aires modernistas de Domènech i Montaner, adapto en este edificio pequeñas pinceladas del arte mudéjar. Desde el principio de sus construcciones, siempre estuvo rodeado de un tipo de artesanos que sabían plasmar los bocetos que durante sus paseos por la naturaleza, dibujaba y estos interpretaban sus ideas a su entera satisfacción.
Los colaboradores más asiduos fueron: el contratista Claudi Alsina, que realizó un grandioso trabajo en la construcción de la verja que rodeaba la primitiva mansión con jardín de la casa Vicenç, y el escultor Llorenç Matamala, el ebanista Eudald Puntí y el herrero Joan Oñós.
La primitiva Casa Vicenç, nada tenía que ver con la actual que conocemos hoy en día, ya que su construcción se había realizado en un solar de 1.035 metros cuadrados, con un jardín cuya extensión llegaba hasta la actual Avenida del Príncipe de Asturias. La actual casa ha quedado reducida al edificio existente y un pequeño jardín.
EL PROYECTO DE GAUDI
Gaudí había proyectado el edificio adosándolo a la pared medianera de un convento vecino de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl para lograr así un jardín amplio y espacioso, otorgando tres fachadas a la casa. Un una parte del jardín diseñó un espacio de relajación, que lo formaban una fuente de ladrillo de obra vista, un arco parabólico encima del cual había un paseo entre columnas y dos depósitos emplazados en cada uno de los pilares extremos de la fuente que almacenaban el agua de la fuente. Todo el perímetro del jardín que rodeaba la casa, estaba protegido por un muro con una reja de hierro colado, decorada con hojas de palmito.
El edificio constaba de cuatro plantas, aunque desde fuera solo se observaran tres, ya que el subterráneo estaba destinado a la bodega y no se apreciaba desde la calle. La primera planta estaba dividida en diversas salas, junto con el comedor y la cocina, la segunda planta estaba destinada a los dormitorios familiares y de invitados. La tercera que rodeaba la primitiva construcción de buhardillas estaba reservada al personal de servicio, Gaudí remato la casa con varias chimeneas y unas torres en forma de templetes, algo muy habitual en sus posteriores edificaciones.
La fachada de una cerámica colorista nos recuerda a otras construcciones de Gaudí como El Capricho de Comillas en Cantabria, Las Bodegas Güell en el Garraf o La Cripta de Santa Coloma de Cervelló.
En 1899 Dolors Giralt viuda de Manuel Vicenç, vendió la casa a Antoni Jover i Puig. En 1925 la casa fue reformada por el arquitecto Joan Baptista Serra Martínez, siguiendo en todo momento el estilo de Gaudí, diseño la parte derecha de la fachada, al mismo tiempo que construía en el jardín, en la zona que hacía esquina con la Avenida Príncipe de Asturias, construyendo un templete en el que se construyó una fuente dedicada a Santa Rita.
De esa época viene una confusión en cuanto a los historiadores de la casa que atribuían a Manuel Vicenç i Montaner, en vez de ser agente de Bolsa, haber sido propietario de una fábrica de azulejos cerámicos. En esa fecha se encontró en el archivo municipal de Esplugues de Llobregat, un documento procedente de un inventario de la fábrica de cerámica Pujol i Bausis, correspondiente al año 1885, en el aparecía un asiento como deudor a Manuel Vicenç i Montaner de 1.440 pesetas.
La revalorización del suelo a mitad del Siglo XX, hizo que en 1962, lo nuevos dueños de la casa, vendieran el terreno que ocupaba el jardín, el cual fue destinado a la construcción de edificios de viviendas, quedando reducida la superficie de la casa a tan solo 698 metros cuadrados. La reja de palmito que decoraba todo el jardín, se dividió en varias secciones que hoy podemos contemplar en la puerta de acceso al Parque Güell y en la Casa-Museo Gaudí y la fuente con todos elementos decorativos fueron eliminados.
La Casa Vicenç fue declarada monumento histórico-artístico, el 24 de julio de 1969. En julio del 2005, la Unesco la declaró, Patrimonio de la Humanidad. Durante mucho tiempo siguieron viviendo en ella, los descendientes de Antoni Jover i Puig.
El año 2014, la familia Herrero Jover vendió la Casa Vicenç al Banco andorrano MoraBanc, a través de su sociedad de inversión Amura Capital, que tras una completa y estudiada restauración, dirigida por José Antonio Martínez Lapeña, Elías Torres y David García, convirtieron el edificio en una casa-museo que fue inaugurada el 16 de noviembre de 2017.
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