La Historia de los desaparecidos almacenes el Siglo, comenzó a mediados del siglo XIX, cuando un vendedor ambulante apodado “El feo Malagueño”, abrió al inicio de la Rambla fe Santa Mónica, unos almacenes que les puso de nombre “El Siglo”.
CONDE, PUERTO Y CIA
En 1881, los empresarios Eduardo Conde Giménez, Ricardo Gómez del Olmo y Pablo del Puerto, formaron el grupo “Conde, Puerto y Cía.” y compraron el negocio al Feo Malagueño, trasladándolo a unos solares situados en las fincas de la Rambla de los Estudios 5 y calle Xuclà 10 y 12 con una superficie de 2.500 metros cuadrados.
AMPLIACIÓN DEL NEGOCIO
Posteriormente viendo la aceptación que tuvo el negocio, no dudaron en adquirir los edificios vencinos situados en el 7 de la Rambla y el 8 de la calle Xuclà. Fueron uno de los grandes almacenes que existieron en aquella época en Barcelona y pioneros de las grandes superficies de nuestros días.
Pero la envidia en aquellos tiempos fue muy grande y sufrieron una campaña atroz por parte de la competencia secundada por el periódico “El Progreso”, que sus páginas acusaba a la empresa del mal trato que daba a sus trabajadores, publicando en sus páginas artículos como este.
Las condiciones de trabajo eran insoportables, el jefe de sección era el soberano y cabo de varas. El establecimiento un cuartel alemán, el dependiente, paria o esclavo y la empresa una entidad explotadora que estruja al empleado mientras sirve y lo tira después como un desperdicio o piltrafa.
El trabajo de la mujer ofrece graves peligros que deben tener en cuenta las familias de las empleadas; algunas han tomado la senda del deshonor para compensar el mísero salario que reciben; señaladamente el «taller de modistas ofrece mil medios de ponerse al habla con las operarías y hacer… lo que se hace y lo que el periódico se ca…
El martes 5 de Diciembre de I912, en su página 4, La Vanguardia edito un escrito, enviado por los trabajadores en el que comunicaba:
Los que suscriben, empleados, dependientes y operarios de «EL SIGLO», no pueden presenciar impasibles esta campaña; y si atendiendo respetables indicaciones, se abstienen de contradecir otros extremos, necesitan hablar sobre los que acaban de extractarse; porque parecería cobardía o asentimiento el guardar silencio respecto de unos hechos que conocen perfectamente y de unas apreciaciones que personalmente les afectan.
Por ello, acuden a usted para que la opinión pública de Barcelona tenga exacta noticia de lo siguiente: Es completamente falso, absolutamente inexacto, cuanto escribe El Progreso en los números 2.253 y siguientes, sobre la dependencia del ”SIGLO». Estos Grandes Almacenes, entidad que presenta el mencionado papel como tiránica y explotadora han solucionado para con su personal problemas de vital importancia que nos enorgullecemos en dar a conocer y que de generalizarse, quizás suavizaran mejor que por ningún otro medio, las constantes luchas y diferencias entre el capital y el trabajo.
1912 GRANDES ALMACENES EL SIGLO S.A
En 1912, al morir Pablo del Puerto, la empresa pasó a denominarse Conde y Cía., posteriormente en 1921, fue convertida en sociedad anónima bajo el nombre de Grandes Almacenes El Siglo S.A.
La estructura interna de los almacenes estaba presidida por un patio central cubierto por un techo de cristal con una gran lámpara.
La aceptación fue tan grande, que ampliaron los almacenes al número 3 y 7 de las Ramblas, tenían entonces una superficie de 2.500 metros cuadrados y una plantilla de 1.050 empleados en la tienda, aparte de unos 600 trabajadores indirectos en los distintos talleres de confección y fabricas que les suministraban una parte de los productos.
Poseían una flota calculada en 25 camiones para el reparto a domicilio de las cosas pesadas. La publicidad era un elemento que cuidaban al detalle ya que había que incitar a los ciudadanos a visitarlos, para ello realizaron una tirada de 30.000 catálogos anuales.
Fueron los primeros en regalar a los hijos de los clientes, los clásicos globos con el logotipo, un atractivo en aquellas fechas ya que los niños salían con el globito de la mano. Se calcula que fueron cerca de 100.000 globos los que se repartían como obsequio anualmente.
Con la adquisición de los nuevos edificios, de Ramblas 3,5 y 7, Xuclà 10,12 y14 y el 1 de la plaza del Buensuceso, que había adquirido , encargaron al arquitecto Leocadio Olivarria, la remodelación del edificio de 7 plantas y una superficie total de 33.860 metros cuadrados, en el que instalaron una cafetería restaurante, para el descanso de sus clientes.
EL INCENDIO
El domingo 25 de diciembre de 1932 (día de Navidad), cuando las familias se preparaban para la comida de Navidad, la voz de alarma sonaba en los cuarteles de bomberos de la ciudad, los “Almacenes El Siglo” estaban ardiendo. Uno de los cronistas de Barcelona, Lluis Permanyer, comentaba lo siguiente:
En uno de los escaparates del comercio tenían, a modo de atracción comercial, un pequeño tren en miniatura que lo recorría entre los artículos expuestos. Con el fin de darle más realismo, se cargaron algunos vagones con carbón y pequeños paquetes simulando regalos.
A la hora de cerrar el local, se les olvidó apagar la locomotora que continuó dando vueltas y más vueltas a su recorrido. El exceso de peso de sus vagones provocó un sobrecalentamiento del motor del tren hasta que se incendió. Ese pequeño fuego pasó a las cortinas del escaparate, a los artículos, a las estanterías de madera y así hasta incendiar todo el edificio en uno de los incendios más notables que se recuerda en Barcelona.
El edificio quedo totalmente destruido. Según “el Museo del Seguro”, de la compañía aseguradora Mapfre, las indemnizaciones a los asegurados, a consecuencia del incendio de los Grandes Almacenes El Siglo, fueron asumidas por 22 compañías aseguradoras.
Con la destrucción del edificio, quedaron unos solares que se aprovecharon: Una parte para abrir la calle Pintor Fortuny a las Ramblas ya que esta se quedaba cortada en la calle Xuclà, por los almacenes que estaban lindando con el antiguo edificio de “Tabacos de Filipinas” los cuales remodelaron la fachada lateral del edificio para hacerlo acorde con la fachada de las Ramblas y en la acera opuesta se construyó el desaparecido Hotel Manila.
1934 EL SIGLO DE LA CALLE PELAYO
“El Siglo” reabrió en un tiempo récord un nuevo local, en el edificio de los “Almacenes Damians”, de la calle Pelayo, que fue inaugurado en 1934.
El 22 de Junio de 1979, nuevamente los almacenes ”El Siglo”, volvieron a sufrir otro incendio a consecuencia de un cortocircuito que se produjo en el falso techo del primer piso, no hubo desgracias personales, pero si bastantes daños materiales.
Pero no todo lo que empieza bien acaba bien, los Almacenes “El Siglo” desaparecieron por culpa del fuego, primero en Las Ramblas y luego en la calle Pelayo, sus edificios fueron pasto de las llamas y el imperio de la venta al detall del Siglo sucumbió en nuestra ciudad.
Hoy el edificio está ocupado por los almacenes C&A.
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