UNA RESIDENCIA PRIVADA EN LA CALLE AUSIAS MARCH
Antonia Burés i Borràs y Leodegario Torrens i Serra, un rico empresario textil de origen manresano, decidieron construir una residencia en la calle Ausias March 42-46, cercana a la casa de su hermano Francesc Burés i Borràs, situada en los números 30-32 de la misma calle.
EL INMUEBLE
La Casa Antonia Burés fue proyectada por el arquitecto Juli Batllevell i Arús y construida entre 1903 y 1906 por el contratista de obras Enric Pi i Cabañas. El edificio consta de planta baja y cuatro alturas.
En el primer piso, las barandillas de los cinco balcones eran de hierro forjado los tres centrales y los laterales de piedra para hacer juego con la parte alta de las tribunas del piso inferior.
En los dos pisos superiores, los cinco balcones eran de barandillas de hierro forjado, pero con diferente forma la estructura de los dos pisos.
En el cuarto piso, el acabado superior se hace a base de un arco de medio punto con una filigrana de piedra en los cuatro balcones exteriores y el central aparece una escultura del Sagrado Corazón de Jesús..
El cerramiento superior tenía forma de arco de medio punto haciendo juego con cada uno de los cinco balcones.
En la parte de la calle se construyeron cinco puertas haciendo juego con la línea de toda la fachada, la central como puerta de entrada a los pisos y las otras como entrada a los bajos. Esta parte fue la causante del litigio sobre el arquitecto que proyectó el edificio.
DUDAS SOBRE LA AUTORÍA DEL INMUEBLE
Dos árboles fueron el detonante de la desconfianza por parte de los herederos de Juli Batllevell y de la perseverancia del crítico de arte Josep Casamartina i Parassols, de atribuir su proyecto a Enric Pi i Cabañas, y que marcaron el posterior conflicto sobre la auditoría del proyecto.
Esta lucha por conocer la autoría del proyecto ha durado casi un siglo, ya que todos primitivamente daban su proyecto a Enric Pi i Cabañas. El final de la lucha de los herederos tuvo su fruto en 1992, cuando encontraron una copia del proyecto que había sido firmado por Juli Batllevell.
Los dos árboles en forma de columna que se encuentran entre las puertas bajas de la fachada de la Casa Antonia Burés fueron el elemento que despertó las sospechas de los herederos de Juli Batllevell. Estos árboles, que recuerdan a las construcciones de Antoni Gaudí, eran muy diferentes del estilo habitual de Enric Pi i Cabañas.
El crítico de arte Josep Casamartina i Parassols, que era partidario de la autoría de Enric Pi, defendió que los árboles eran una simple licencia estilística del arquitecto.
Sin embargo, los herederos de Juli Batllevell no estaban convencidos, y pidieron una auditoría del proyecto.
La auditoría, que se llevó a cabo en 1992, concluyó que el proyecto original de la Casa Antonia Burés había sido firmado por Juli Batllevell. Esta conclusión fue aceptada por la comunidad arquitectónica, y la autoría de la casa se atribuyó a Juli Batllevell.
El hallazgo de la copia del proyecto firmada por Juli Batllevell fue el broche de oro a la lucha de los herederos por defender la autoría de su abuelo. Esta lucha, que duró casi un siglo, finalmente dio sus frutos y reconoció el trabajo de uno de los arquitectos más importantes del modernismo catalán.
ANTONIA BURÉS Y SU PALACETE DE MANRESA
Antonia Burés era una mujer con una personalidad muy fuerte y una gran capacidad de liderazgo. No se acobardaba por nada y jamás rehuía los enfrentamientos cuando creía tener razón. En 1908 mandó construir en Manresa un grandioso edificio modernista, diseñado por el arquitecto Ignaci Oms i Pansa. El edificio, conocido como «La Burés», es uno de los más emblemáticos de la ciudad.
Sin embargo, la construcción del edificio trajo consigo un problema. El agua que recibía Antonia Burés en su domicilio era de mala calidad, debido a la impurificación del río Cardener por parte de la empresa «Minas de Potasa de Seria S. A.». Antonia Burés no se resignó a esta situación y, en 1926, denunció a la empresa minera. El caso se tramitó ante la Audiencia Territorial de Barcelona, que falló a favor de Antonia Burés. Esta victoria fue un hito importante en la lucha por la defensa del medio ambiente. También supuso un reconocimiento a la valentía y la determinación de Antonia Burés.
A partir de entonces, el pueblo de Manresa empezó a apodarla «La Bureas». Este apodo era un símbolo de respeto y admiración por una mujer que no se dejó amedrentar por nadie.
LOS BURÉS Y LA FABRICA DE SABANAS «EL BURRITO BLANCO»
Con referencia a Francesc Burés i Borràs hermano de Antonia, ya escribí un artículo como antiguo propietario de la casa Burés situada en Ausias March 42, esquina con calle Girona.
Nació en Barcelona en 1861. Era hijo de Esteve Burés i Arderiu, fundador de la empresa textil «Burés Hermanos». Francesc se formó como industrial textil en la Escuela Industrial de Barcelona y, en 1887, fundó su propia empresa, «Fábrica Burés». En 1950 abrió la fábrica de sabanas de alta calidad “El Burrito Blanco”. Cerró en 1991…pero eso ya es otra historia.
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