La Sala Emporium fue una de las demás categoría del mundo de la noche en Barcelona, estuvo situada cercana a la primitiva calle Cortes en una zona céntrica de la ciudad.
1927 SE ABRE LA SALA EMPORIUM
La Sala Emporium abrió sus puertas el jueves 13 de abril de 1927, como un salón de baile normal en la calle Muntaner número 4.
Inicialmente, solo ofrecía sesiones de baile por las tardes y las noches, así como clases de baile impartidas por señoritas.
1930 ACADEMIA DE DANZA
Con el tiempo, las ofertas del establecimiento fueron cambiando gradualmente, pero sin transformaciones importantes. Para la década de 1930, se había posicionado como una academia de danza con un elenco de sesenta instructoras femeninas.
Los anuncios del establecimiento sugieren que permaneció en gran medida cerrado durante la Guerra Civil Española, ya que hay poca mención de sus actividades durante ese período. Abrió sus puertas nuevamente el 13 de mayo de 1939 y en esta ocasión presentó un anuncio más convincente: dos orquestas, La Catalonia Jazz y Vicente Gallardo y sus Cubanolas.
Durante este período, las autoridades gubernativas intervenían en los conocidos locales de alterne, pero solían hacer la vista gorda siempre que no se actuara de forma descarada y que no hubiera intervención previa de los agentes de la moral cristiana, entre los que se encontraba el Comité de Defensa Social, el adalid de la censura.
Con la suavización del control de estas salas, empezaron a llegar artistas que en otros tiempos ni se acercaban a realizar sus actuaciones en estos establecimientos.
AÑOS CUARENTA, SU ESPLENDOR
Pasada la década de los cuarenta, las salas de fiesta tuvieron una época de esplendor, ya que muchas de las operaciones comerciales se cerraban en estos lugares de alterne. Los artistas también empezaron a realizar actuaciones en estos locales. En La Vanguardia, publicando noticias más que anuncios, en los que se glosaba el ambiente de la sala y los espectáculos que presentaba.
El 1 de diciembre de 1960, La Vanguardia comentaba que el Salón Emporium se encontraba abarrotado de un selecto público que no cesó de aplaudir todas las interpretaciones del conocido Alian Jones, a quien se había visto en numerosas películas estadounidenses y que deleitó al público con sus canciones. Fue un tiempo en que dichas salas de fiesta conocidas como cabarets nacían en distintos lugares de la ciudad, sobre todo lejos de lo que se llamaba el Barrio Chino.
Para el Emporium, esta también fue una época de las más brillantes, ya que empezaron a llegar actuaciones de artistas que se conocían por su nombre, pero que eran desconocidos para el gran público debido a la falta de televisión en aquel entonces. Muchos de ellos solo se sabía que venían de un país extranjero.
En aquella época, también empezaron a asistir las primeras señoras a estos lugares, acompañando a sus maridos. Los cabarets ya no estaban situados únicamente en el Barrio Chino, y los artistas que venían a actuar rompían el tabú de ser considerados «señoritas explosivas».
Junto al Emporium en la calle Muntaner, abrieron sus puertas otros cabarets emblemáticos, como el Bolero en la Rambla de Catalunya y el Míster Dollar en la actual calle Josep Tarradellas.
El Emporium trajo a su pista a cantantes de prestigio que imposibilitaban que se pensara que en esos lugares trabajaban mujeres despampanantes. Una de las que rompió este estigma por su personalidad y el halo de amor que proyectaba fue la vedette francesa Josephine Baker, junto al músico catalán Tete Montoliu.
En 1957, el cantante francés Charles Aznavour visitó el Emporium y ofreció siete recitales que dejaron al público embelesado con sus canciones de amor.
También tuvimos la presencia en el mes de mayo de Xavier Cugat y Abbe Lane. En 1960, visitaron el Emporium los insuperables artistas sudamericanos Los Cinco Latinos con la voz de Estela Raval.
La racha de artistas sudamericanos en la cresta de la ola continuó en 1963 con Luis Aguilé y Los Tres Sudamericanos.
Otro de los artistas que en sus inicios se presentó en el local para arrancar las risas de los asistentes fue el polifacético Pedro Ruiz, presentando sus primeros monólogos.
También actuaron el conjunto Alicia y Nubes Grises, famosos por su canción «El Solitario», y el humorista Pepe Gordillo.
1979 EL EMPORIUM CERRÓ SUS PUERTAS
El Emporium cerró sus puertas en 1979. Después de un incendio en el restaurante espectáculo Scala Barcelona en 1978, los hermanos Riba adquirieron el antiguo local del Salón Emporium y, tras una completa restauración, inauguraron la Sala Muntaner el 15 de noviembre de 1996 con la comedia «Culékulé» de Xavier Bosch y Miquel Cors.
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